La Discriminación

¿Qué tiene que ver conmigo?

¡Mucho! No debe haber forzosamente conductas "extremas" o "violentas" para que se trate de discriminación. Desafortunadamente, existen formas muy sútiles de hacer sentir menos a los demás.

El Origen de Todo

¿No te has preguntado por qué a los seres humanos nos cuesta tanto aceptar a los que son diferentes? Aunque en estos últimos años el problema de la discriminación y el recismo (que es una de sus variantes) se han exacerbado (gracias a que tenemos más acceso a lo que pasa en el mundo), en realidad siempre nos las hemos arreglado para rechazar a los que no forman parte de nuestro grupo.

Nota: Exacerbado quiere decir agrandar, aumentar o hacer más fuerte.

El Fundamento es éste: MIEDO

Dime qué tan agresivo eres con los que no son como tú y te diré que tan vulnerable te sientes. A fin de cuentas, el Otro (el que no es como yo) nos recuerda que estamos incompletos y que no somos tan geniales como creíamos. Sentimos que es una amenaza para nuestro estilo de vida y por eso, no dudamos en recordarle cuál es su lugar.

Si no, ¿ por qué tanta necesidad de demostrar que somos mejores? Ahora muchos de los problemas de discriminación llevan siglos, e incluso milenios, existiendo.

¿Cuántos rencores venimos cargando?

¿Cuántos de los perjuicios que tenemos son cosas que hemos escuchado desde pequeños? Para darte una pista, checa uno de estos días como hablas de la gente.

Pero...¡¿Qué tiene que ver conmigo?!

Aunque no lo parezca a primera vista: ¡Todo! Todos en algún momento hemos discriminado o hemos sido discriminados. Y, a pesar de que parezcan tonterías, son cosas que se nos quedan muy grabadas. Si crees que no nos dejamos llevar por clases sociales, ni topos, ni razas... estás a punto de llevarte una sorpresa:

Nada más en nuestra escuela hay toda una serie de códigos sobre quiénes somos y cómo debemos actuar. Esa clasificación, que tanto sueño nos quita, de populares, loosers, emos y tukis no es más que discriminación disfrazada.

Suena duro, lo sé, pero más vale ser clara.

Y, ¿Por qué es discriminación?

Porque además de establecer diferencias, estamos haciendo un juicio de valor. En los loosers o nerds o freaks o cualquier otrodjetivo de moda, agrupamos a toda una serie de personas que declaramos indeseables. Indeseables que, casualmente, tienden a ser -con mucha frecuencia- los más vulnerables. Y tenemos ésto tan claro que si alguien que hemos catalogado como impopular se atreviara a cuadrar con una chama popular, por ejemplo, inmediatamente es ridiculizado. Sí, no dudamos nada en ponerlos en su lugar. si no temiéramos este tipo de reacciones, ¿por qué nos agobiamos tanto en mantener una imagen de chica cool aún a expensas de nosotras mismas?

Tal vez te parezca exagerado, pero no lo es. El ser rechazado es algo que deja maracda a las personas. Especialmente cuando se trata de alguien que se siente tan vulnerable como nosotras en la adolescencia, ¿no?

¿Qué tan capaces somos no sólo tolerar, sino aceptar a los demás?

El problema de la discriminación es que en muchas ocasiones ya la vemos como algo normal. Ya vemos como algo normal que se ridiculice a los viejos, alos feos, a los gordos. Ya vemos como algo normal que diariamente se diga que las mujeres sólo sabemos comprar zapatos.

Sin embargo...

Es cuestión de conciencia y de asumir una postura activa. Y con ésto me refiero a lo más importante: checar a quién discriminamos y dejar de hacerlo. Cada quien puede poner su granito de arena

Rastreando actitudes:

Así que empecemos por nosotras mismas:

• 
  
  ¿Cómo tratas a la gente que te presta un servicio?


• 
  
  ¿Te has visto ridiculizando a alguien porque los consideras un looser?


• 
  
  ¿Cómo te expresas de otra gente que es de otra raza, religión o clase social?


• 
  
  ¿Qué tanto te dejas llevar por las apariencias?


• 
  
  ¿Sueles minimizar o burlarte de los que no son de tu grupo?


• 
  
  Honestamente, ¿sientes que alguna raza, género o clase sí es superior?


• 
  
  ¿Has evitado el contacto o te has burlado de alguien que tiene una discapacidad?

El problema de discriminar a alguien es que no sólo encacillas a ésta persona, sino que tú también te estás encerrando. Son las cosas pequeñas las que llevan después a problemas mayores. Tal vez nos llevará tiempo que deje de haber discriminación, pero en algún punto debemos empezar...¿no crees?